Los empresarios consideraron que la iniciativa resulta necesaria para el desarrollo del departamento, pues la mayor oferta de energía permitirá la disminución de las tarifas eléctricas en beneficio de la población y la industria.
Además, este proyecto generará mayores puestos de trabajo y elevará la calidad de vida de los lugareños, remarcaron. No obstante, dijeron que esperan que las afectaciones al medioambiente sean mínimas.
El 39 por ciento de empresarios puneños no está de acuerdo con el proyecto, porque refiere que no beneficiará al desarrollo del departamento altiplánico y perjudicará a los pobladores y agricultores de la zona de San Gabán.
Vilma Enríquez Palma, titular del gremio empresarial, sostuvo que la encuesta se efectuó entre el 1 al 18 de diciembre pasado, a una muestra representativa de 210 empresarios, los cuales expresaron libremente sus posiciones.
Indicó que la Cámara de Comercio de Puno es una de las primeras instituciones del departamento en exigir sinceridad, información clara, mejores condiciones de negociación y mayores esfuerzos de sociabilización del proyecto.
“Pese a que los estudios aún no están concluidos, nosotros buscamos que el Gobierno, la empresa concesionaria (Egasur) y las autoridades regionales puedan informar adecuadamente a la población sobre los impactos, tanto positivos como negativos, del proyecto para que no se sientan burlados”, expresó.
Enríquez dijo que la institución que preside decidió iniciar una fuerte campaña de sociabilización de los impactos de esta central, con el único fin de que el tema no sea aprovechado por algunos supuestos dirigentes y miembros de la sociedad civil que buscan cargos públicos en las próximas elecciones.
En la aludida encuesta también se tomó la opinión de las autoridades y periodistas locales. Los primeros, en un 69%, se mostraron en contra del proyecto; un similar porcentaje de hombres de prensa también expresó su disconformidad.
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